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martes, 23 de diciembre de 2014

CUENTO NAVIDAD 2014

Otro año se va y uno nuevo comienza, aquí os dejo el último cuento de este año. 

¡FELICES FIESTAS A TODOS!





UNA ESTRELLA PARA EL ÁRBOL

Faltaba tan sólo un día para la Navidad. En la fábrica todo estaba casi dispuesto para la noche de más actividad. Todos los elfos y elfas de Reye’s & Papa’s ultimaban los preparativos para la noche N. Las cafeteras y teteras humeaban, llenando el aire con sus aromas. Las chocolateras también trabajaban sin interrupción, aunque su olor no era tan penetrante como algunos de los exóticos tés de oriente.
Dael era un elfo de Papa’s, estaba en la sección de denegaciones, la sección menos atractiva de toda la fábrica, pero también necesaria, cada vez más. Al elfo le costaba entender cómo año tras año le seguían llegando, he incluso aumentaban, peticiones de regalos que una y otra vez denegaba. ¿Porqué había aún niños (e incluso adultos) que confundían los animales con juguetes? De no ser por el PET (programa de eficiencia en el trabajo) Dael no sabría la cantidad de denegaciones que había enviado.
Se sirvió una taza de chocolate caliente y mientras esperaba que se enfriase un poco comenzó a redactar la siguiente denegación.

“Estimados Pablo y María,
        
 Se ha estudiado con detenimiento vuestra petición de un cachorro para estas Navidades. Papá Noel os quiere recordar que los animales NO son juguetes. Si queréis una mascota os sugerimos que ADOPTÉIS una. Es tan sencillo como ir a la protectora de animales más cercana a vuestra casa, como vivís en Manresa os recomiendo la de ADE, está en la carretera a Fonollosa BV 3008 Km 7, os dejo un link a su página web http://www.asociaciondefensaequidos.org/
       
Papá Noel os desea unas Felices Fiestas y queda a vuestra disposición por si queréis pedirle algún juguete.”
Feliz Navidad os desea
Dael elfo
Responsable Departamento de Denegaciones
Reye’s & Papa’s S.Coop


Envió el mail y se tomó un sorbo de su chocolate. Ya le quedaba menos. La siguiente denegación era para un pueblecito del sur de España, así que tendría que consultar el listado de protectoras de la región, porque el nombre del pueblo no le sonaba de nada. Al cerrar el fichero aprovechó para mirar por la ventana. Nanco, que llevaba la sección de Rompecabezas, se entretenía haciendo guirnaldas de oropel, desde que los videojuegos se impusieron a los rompecabezas tenía poco trabajo. Sinauca, que se ocupaba de la sección Puzles, estaba bastante más ocupada, aunque seguramente terminaría pronto, tuvo una idea estupenda al incluir el 3D a su sección, así el interés se había mantenido.
Dael se disponía a volver a su mesa cuando vio que Naia entraba en la sala. Saludaba a Nanco, le dejaba una ramita de acebo a Sinauca y seguía caminando en dirección ¡a su despacho! De dos saltos se sentó en su butaca y comenzó a escribir. Si Naia entraba quería que lo viera trabajando.
Dos golpes sonaron antes de que la elfa abriera la puerta y entrara, iluminando el cuarto con su sonrisa ancha y alegre, la que tenía a Dael enamorado desde hacía dos Navidades.
-Hola Dael, ¿Te molesto?
-¡En absoluto! Pasa Naia, ¿Te apetece una taza de chocolate?
-Sí gracias, pero sólo media, no tengo mucho tiempo.
El elfo le llenó media taza y se la ofreció. Naia le rozó la mano al cogerla y Dael sintió una descarga eléctrica por todo el cuerpo. Se quedó quieto frente a la elfa, observando cómo ésta apuraba la taza y se la devolvía.
-Gracias Dael, es realmente delicioso. Te preguntarás qué hago aquí - Dael estaba tan extasiado de tenerla tan cerca que fue incapaz de contestar, así que la elfa le siguió contando-. Pues este año he sido la elegida para traer la estrella del árbol y bueno, he de confesar que aún no he sido capaz de encontrar ninguna, y me preguntaba, si serías tan amable de ayudarme.
-Claro, por supuesto, pero, pero, yo, yo no soy buscador.
-No, ya lo sé, pero me han dicho que tu entiendes mucho de animales y necesito alguien así. He pedido que me presten a Cometa, Gavo me ha dicho que conoce muy bien el cielo y seguro que puedo encontrar una buena estrella para el árbol.
-Será un placer acompañarte Naia.
-Pues vamos, quedan sólo cuatro horas antes de encender el árbol y no puede faltar la estrella.
Naia cogió al elfo de la mano y literalmente lo arrastro tras ella, mientras salía como una exhalación de la sala, bajaba las escaleras, tomaba el ascensor hasta el ático de los renos y se paraba frente a la cerca de visita.
Dael silbó y al poco algunos renos se acercaron a la valla. Dael buscó a Cometa, y tras saludarlo le ofreció un puñado de heno. El elfo le explicó por qué lo necesitaban y le pregunto si podría acompañarlos. El reno frotó su hocico por el abrigo de Dael, lo que quería decir que estaba de acuerdo. Le pusieron una manta y se acomodaron en su espalda. El reno tomo un poco de carrerilla y saltó hacia el cielo, brincando y subiendo cada vez más y más alto.
Una vez llegaron al brazo sur de la Vía Láctea Cometa aminoró la marcha. Ahora estaban rodeados de estrellas que los miraban divertidas y susurraban entre ellas. Naia sacó su red de pescar con mucho sigilo y con un hábil movimiento la lanzó hacia un grupo de estrellas, al menos una tenía que atrapar.
El grupo de estrellas se dispersó por un instante y la red quedó vacía. Las estrellas se rieron de la elfa. Naia lo intentó de nuevo, pero las estrellas se movían en el último momento y la red sólo atrapaba espacio vacío. Tras media hora de infructuoso esfuerzo, y al notar Dael que la elfa comenzaba a preocuparse muy seriamente decidió sigerir un cambio de estrategia.
-Naia, me parece que querer pescar una estrella no es muy buena idea.
-¿Y cómo vamos a llevarla hasta el árbol?
-Bueno, podríamos pedírselo –la elfa lo miró sorprendida-.
-¿Pedírselo? ¿Tú crees que van a venir con nosotros sólo porque se lo pidamos?
-Bueno, si se lo pedimos con amabilidad; con amabilidad se consigue cualquier cosa.
La elfa arqueó una ceja, le costaba creer que una estrella se fuera con ellos tan tranquilamente, pero el tiempo apremiaba y no se le ocurría ya nada más. Tras dos semanas de esfuerzos sin resultados, probando todos (absolutamente todos) los trucos del Libro del Buscador y sin lograr nada de nada, estaba dispuesta a intentarlo. Guardó la red y miró a las estrellas.
-Necesito que una de vosotras venga conmigo a iluminar el árbol de Navidad de papá Noel.
Las estrellas se miraron y se rieron, una de color rojizo le contestó.
-No nos apetece.
La elfa se volvió hacia Dael.
-No les da la gana ¿alguna otra sugerencia?
Dael acarició el cuello de Cometa, bajó del reno y se dirigió al grupo de estrellas.
-Buenas noches, me llamo Dael, ella se llama Naia y somos elfos de Papá Noel. Este año aún no tenemos estrella para iluminar el árbol. Es muy importante que una estrella lo ilumine, da alegría y esperanza. Alegría porque una estrella es bella y la belleza alegra el corazón, también da esperanza, la esperanza de saber que por muy negra que sea la noche tenemos una luz. ¿Alguna de vosotras sería tan amable de venir por unos días a la Tierra y ser la estrella de nuestro árbol de Navidad? Los niños de todo el mundo serán muy felices.
Las estrellas susurraron entre ellas un momento.
-Será un placer –corearon alegres-.
-¡Muchísimas gracias! Soy muy, muy amables de venir con nosotros. Si hacéis el favor de seguir a Cometa, tardaremos un poquito en llegar hasta el árbol.
Dael subió al reno, tendió la mano y ayudó a subir a Naia. Cometa comenzó a brincar por el cielo y un enjambre de estrellas de diversos colores los siguió.
Aquel año el árbol resplandecía cargado de estrellas. La alegría y la esperanza se dispersaron por el mundo. Había países que la necesitaban con muchísima urgencia, sobre todo niños y niñas que apenas conocían las palabras: paz, abundancia, agua limpia…
Naia miraba el árbol, menuda lección había aprendido. Se decidió a ponerla en práctica en aquel mismo instante. Se acercó a Dael y le tocó el hombro para llamar su atención.
-Dael, me preguntaba, si serías tan amable de ser mi novio.
Dael creyó haber oído mal.
-Perdona, creo que no te he entendido bien, ¿Has dicho que quieres que seamos novios?
-Sí, sería un gran honor para mí.
-¡POR SUPESTO!
Dael se convirtió en el elfo más feliz de todo el universo, y es que tal como le decía su madre, con amabilidad se consigue cualquier cosa.